Apple ha hecho oficial el M5, un sistema en chip que sube el listón en cómputo para inteligencia artificial, gráficos y eficiencia energética. Basado en un proceso de 3 nm de tercera generación, el M5 estrena una GPU de 10 núcleos con aceleradores neuronales integrados por núcleo y una CPU más capaz, todo ello apoyado por memoria unificada de alto ancho de banda.
La compañía cifra un salto notable en cargas de IA en la GPU de hasta cuatro veces frente al M4, además de un incremento de potencia gráfica de hasta el 45% según escenarios medidos por la marca. El chip llega a tres familias de producto: MacBook Pro de 14 pulgadas, iPad Pro y Apple Vision Pro, con reservas ya disponibles y disponibilidad marcada para finales de octubre.
Arquitectura y rendimiento del M5
En el apartado gráfico, el M5 adopta una arquitectura de última generación con 10 núcleos y almacenamiento dinámico en caché de segunda generación. Cada núcleo de la GPU integra un Neural Accelerator dedicado, lo que acelera sustancialmente los modelos de difusión, la ejecución de LLMs en local y efectos de visión por computador.
La GPU incorpora trazado de rayos de tercera generación, que mejora reflejos, sombras e iluminación en escenas complejas y reduce tiempos de render en herramientas 3D y motores de juego. Para los desarrolladores, Metal 4 y los Tensor APIs permiten programar directamente estos aceleradores y sacar partido de la nueva canalización de cómputo.
En CPU, el M5 combina cuatro núcleos de rendimiento y seis de eficiencia, manteniendo un alto rendimiento sostenido con un consumo contenido. Apple habla de hasta un 15% más de rendimiento multihilo respecto a M4, una mejora que se nota en compilación de código, exportaciones de vídeo o análisis de datos.
El motor multimedia también recibe mejoras para formatos modernos y flujos HDR, de manera que las exportaciones y transcodificaciones son más ágiles y constantes cuando conviven con cargas de IA y gráficos.
IA en el dispositivo y motor neuronal
Más allá de la GPU, el M5 incorpora un Neural Engine de 16 núcleos pensado para sostener tareas de IA durante sesiones largas sin caídas de rendimiento. En iPad Pro, por ejemplo, Apple sitúa las cargas de IA hasta 3,5 veces por encima del modelo con M4 en pruebas con apps como Draw Things o DaVinci Resolve.
Procesar en local tiene dos efectos claros: menos latencia y mayor privacidad. Tareas como transcripción, búsquedas semánticas en vídeo o limpieza de audio se ejecutan sin depender de la nube, y funciones de Apple Vision Pro, como convertir fotos 2D en escenas espaciales, se benefician de la nueva canalización de IA.
La integración con los entornos de Apple (Core ML, Metal Performance Shaders y Metal 4) significa que muchas apps ganan rendimiento sin cambios drásticos de código. Además, los desarrolladores pueden orquestar la carga entre GPU, CPU y Neural Engine para aprovechar el paralelismo del chip.
Apple Intelligence saca partido del M5 para acelerar generación de imágenes, traducción en tiempo real o acciones inteligentes, manteniendo el procesamiento en el dispositivo cuando es posible y optimizando el consumo.
Memoria, eficiencia y software
La arquitectura de memoria unificada alcanza 153 GB/s de ancho de banda (casi un 30% más que en M4), lo que permite mover modelos de IA y escenas 3D de gran tamaño sin estrangular el flujo. Las configuraciones con hasta 32 GB de memoria unificada en dispositivos compatibles ayudan a mantener abiertas más apps y activos complejos.
En iPad Pro, además, se incrementa la base de memoria en algunas capacidades y se duplica la velocidad de lectura y escritura del almacenamiento, lo que acelera la importación de medios y la caché de proyectos voluminosos.
En software, macOS Tahoe introduce un Spotlight con acciones rápidas, mejoras en productividad y una interfaz con efecto “Liquid Glass”, mientras que iPadOS 26 añade un sistema de ventanas más flexible, una app Archivos con más control y la llegada de Vista Previa para editar PDF con Apple Pencil.
La eficiencia se mantiene como pilar: el diseño del M5 busca rendimiento por vatio competitivo para sostener sesiones largas sin picos térmicos, y contribuir a los objetivos ambientales del plan Apple 2030 en toda la gama.
Dispositivos, conectividad, pantallas y disponibilidad
El M5 debuta en el MacBook Pro de 14 pulgadas, en los iPad Pro de 11 y 13 pulgadas y en Apple Vision Pro. En el portátil se mantiene la pantalla Liquid Retina XDR con picos de 1.600 nits en HDR y hasta 1.000 nits en SDR, con opción de vidrio nanotexturizado para reducir reflejos.
En conectividad, los modelos de iPad Pro estrenan el chip inalámbrico N1 con Wi‑Fi 7, Bluetooth 6 y Thread, mientras que las versiones Wi‑Fi + Cellular integran el módem C1X, que mejora velocidades de datos móviles hasta un 50% y reduce el consumo.
Las reservas están abiertas y la disponibilidad en tiendas está prevista para el 22 de octubre. El iPad Pro de 11 pulgadas parte de 1.099 € (Wi‑Fi) y 1.349 € (Wi‑Fi + Cellular), y el modelo de 13 pulgadas desde 1.449 € y 1.699 €, respectivamente. Los accesorios (Apple Pencil Pro y Magic Keyboard) mantienen compatibilidad y precios oficiales habituales.
Con una GPU preparada para IA, un Neural Engine más rápido, CPU afinada y memoria más rápida, el M5 llega como una plataforma transversal que acelera flujos creativos y profesionales en Mac, iPad y realidad espacial, reforzando el enfoque en menor latencia, más control de datos y mejores gráficos.