Sin grandes fanfarrias, Apple ha decidido retirar el signo “Plus” de su servicio Apple TV+ y adoptar el nombre más directo de Apple TV. El movimiento, visible ya en materiales promocionales y en algunos tráileres, busca reducir la confusión acumulada por la coexistencia del servicio, la app y el dispositivo bajo denominaciones muy similares.
El responsable de Servicios de la compañía, Eddy Cue, explicó en el pódcast The Town que la decisión responde a una simplificación de la marca y a la coherencia con el resto del ecosistema. Según Cue, la plataforma marcha “bien” tras un periodo complicado por la pandemia y la huelga de guionistas, y la base de abonados estaría por encima de las cifras de 40–45 millones que han circulado en medios.
Motivos y contexto del cambio
En Apple sostienen que el signo “+” se utiliza cuando hay una versión gratuita y otra de pago (como iCloud+ o News+). En el caso de televisión, el nombre base “Apple TV” ya estaba arraigado en el público, por lo que eliminar el “Plus” acerca la marca a la forma en que la gente la usa en el día a día.
La convivencia del nombre con el dispositivo Apple TV y con la aplicación Apple TV ha sido fuente de malentendidos, pero la empresa defiende que no debería suponer un problema. En el último año ya había señales de esta transición: la app empezó a dar más peso al contenido original de la casa y a reducir la presencia de catálogos de terceros, algo que se refuerza con el nuevo nombre.
¿Qué cambia para los usuarios?
Para el abonado no hay cambios de fondo en la experiencia: el servicio sigue disponible en la app Apple TV y en la web tv.apple.com, con soporte en iPhone, iPad y Apple Vision Pro, Mac, televisores de marcas como Samsung, LG, Sony o TCL, dispositivos Roku y Amazon Fire TV, Chromecast con Google TV, y consolas PlayStation y Xbox.
En cuanto a precios y promociones, Apple mantiene la suscripción mensual con diferencias por país: se han citado 12,99 dólares en EE. UU. y 170 pesos en México, además de una prueba gratuita de siete días para nuevos usuarios. También continúa la promoción de tres meses sin coste al activar ciertos dispositivos nuevos de la marca por tiempo limitado.
Estrategia de contenidos y reputación
Desde su lanzamiento en 2019, la plataforma ha apostado por menos cantidad y más calidad, con series como The Morning Show, For All Mankind, See, Servant o Dickinson. Esa línea editorial le ha valido presencia en temporadas de premios y un perfil diferenciado en un mercado saturado.
Entre los títulos recientes recomendados por crítica y público destaca Lecciones de química, protagonizada por Brie Larson y basada en la novela de Bonnie Garmus. Ambientada en los 60, sigue a una científica que desafía un entorno profundamente machista y termina liderando un exitoso programa culinario televisivo.
F1: La película, escaparate del nuevo sello
El rebranding coincidió con la promoción de F1: La película, protagonizada por Brad Pitt y dirigida por Joseph Kosinski. En el material promocional ya aparece el logo sin el “+”, y la cinta tiene fecha de llegada al servicio el 12 de diciembre, tras su paso por salas.
La producción logró situarse en el número uno de taquilla en su estreno en cines y superó los 600 millones de dólares de recaudación global según las cifras difundidas, convirtiéndose en una palanca publicitaria ideal para la nueva identidad de Apple TV.
¿Habrá novedades de hardware?
Se ha especulado con que Apple prepara una nueva generación de Apple TV 4K. No hay confirmación oficial sobre dispositivos, pero la proximidad del rebranding con el ciclo de hardware alimenta la idea de unificar nombre, interfaz y producto bajo un mismo paraguas.
Aunque algunos informes ven precipitado vincular el cambio de nombre a lanzamientos inmediatos, el reposicionamiento facilitaría una presentación conjunta de logo renovado y despliegue global cuando ese hardware llegue.
Despliegue y dudas recurrentes
En ciertos mercados, como España, aún puede verse el “+” en versiones locales de la interfaz, señal de que la migración está en curso. El nombre único “Apple TV” podría exigir contexto en conversaciones cotidianas para distinguir entre app, dispositivo y servicio de streaming, un punto que analistas han señalado como potencial fuente de confusión.
Apple, por su parte, insiste en que la coexistencia de denominaciones no debería ser un obstáculo y que el uso real de los usuarios ya apuntaba a ese nombre base. La compañía refuerza, además, la visibilidad de sus producciones originales dentro de la app para aclarar qué pertenece a su catálogo propio.
El movimiento está pensado para limpiar la identidad de la plataforma y darle una denominación coherente con el resto del ecosistema. El catálogo, las promociones y la disponibilidad multiplataforma se mantienen, mientras el nuevo nombre se apoya en estrenos de alto perfil como F1 para instalar la marca en la mente del usuario sin el “Plus”.
