Compartir archivos por Bluetooth con iPad: ¿Es posible hacerlo?

compartir archivos por bluetooth con iPad

A día de hoy tenemos grandes métodos de para compartir archivos entre nuestros equipos, pero aún hay cierto nicho de usuarios prefiere usar algunos más antiguos y buscar la manera de compartir archivos a través de Bluetooth con un iPad. Y aunque esta tecnología quizá se queda algo obsoleta, puede servirnos en el caso que estemos compartiendo archivos entre sistemas operativos distintos, por ejemplo.

¿Quieres aprender a compartir archivos por Bluetooth con iPad? Te contamos todo sobre esta posibilidad en el siguiente artículo.

¿Compartir archivos por Bluetooth con iPad es posible?

airdrop activar

En Apple, por defecto no vas a poder compartir archivos usando Bluetooth. O no al menos de forma entera, sino que se hace a través de AirDrop, del que hemos hablado en otros artículos. Con este protocolo, el iPad utiliza Bluetooth al principio para emparejar los dispositivos y después hace la transferencia usando Wi-Fi como método.

Pero ojo, que use Wi-Fi no implica que necesite gastar Internet para hacer la transferencia de archivos, sino que lo que hace AirDrop es crear una red local entre los dos teléfonos para que puedan compartir archivos de forma rápida, sin tirar de datos móviles.

Activa AirDrop en ambos dispositivos

Asegúrate de que tanto tu iPad como el dispositivo al que deseas enviar archivos tengan Bluetooth habilitado.  Para hacerlo, puedes activarlo desde el Centro de Control deslizando hacia arriba desde la parte inferior de la pantalla y tocando el icono de Bluetooth.

Además, tendrás que tener claro que AirDrop esté configurado en Recepción o Todos para permitir que otros dispositivos te envíen archivos

Conecta los dispositivos

Con el Bluetooth abierto, ahora debes emparejar ambos dispositivos para que puedas compartir los archivos. Asegúrate que el dispositivo con el que vas a emparejar el iPad esté en modo “compartir”, para que sea visible.

Dentro del menú de Bluetooth, tendrás que buscar el dispositivo en cuestión y darle a Conectar. Es probable que te pida un PIN, establécelo y ponlo en el otro dispositivo para validar la conexión. Una vez hecho esto, estarán emparejados.

Envía el archivo que quieras

Ahora sí, podrás enviar el archivo que quieras a través de la aplicación donde esté alojada. Por ejemplo, si deseas enviar una foto, abre la aplicación Fotos, selecciona la foto que deseas compartir y busca la opción de compartir, escogiendo hacerlo por AirDrop como método de intercambio. Y como ya habrás emparejado el otro dispositivo, te saldrá directamente.

Esta opción es totalmente válida entre teléfonos de Apple, pero si el destino es un Android, te aconsejamos que le eches un vistazo a este otro artículo donde explican de forma más detallada cómo hacer funcionar AirDrop con un smartphone con el sistema operativo de Google y así poder disfrutar de este tipo de conexión aunque no sean aparentemente compatibles.

¿Por qué usar Bluetooth puede no ser la mejor idea?

Compartir archivos por Bluetooth era una revolución con teléfonos como el Motorola V525

Compartir archivos por Bluetooth era una revolución con teléfonos como el Motorola V525

Compartir por Bluetooth no es necesariamente una mala idea, pero hay que poner en contexto de donde viene esta tecnología para poner en valor lo que es.

Bluetooth es una tecnología que nació en 1990 de la mano de Ericsson y que se consolidó unos 9 años después, en 1999. Pero no fue hasta bien entrados los 2000 cuando empezó a llegar a la telefonía móvil.

Por entonces en la telefonía Nokia y Motorola eran los reyes del mambo y las especificaciones técnicas de los distintos teléfonos eran bajas. Las cámaras apenas ofrecían calidad y aún no se había desarrollado del todo el lado social de la telefonía móvil.

Por lo que los archivos que manejábamos por la época eran más bien pequeños, y para ese tipo de archivos, el Bluetooth era un estándar maravilloso: era bastante más rápido que los infrarrojos, no necesitaba que emparejáramos los teléfonos manteniéndolos alineados y cumplía de sobra para la época.

Pero en la actualidad, las cosas son muy distintas: solemos mover archivos de gran tamaño, de grandes calidades y para ese tipo de archivos el Bluetooth se queda corto.

La velocidad máxima teórica de Bluetooth 5.2 es de 2 Mbps (megabits por segundo). En comparación, tecnologías como Wi-Fi Direct o USB 3.0 ofrecen velocidades mucho más altas, con USB 3.0 llegando a 5 Gbps (gigabits por segundo).

Imaginaos un video de 1 Gb de capacidad, que son 1024 Mb. A una velocidad máxima teórica (que además es fluctuante), estaríamos tardando unos 512 minutos en pasarlo, que equivalen a 8.53 horas. Todo esto sin contar la latencia, que es alta en Bluetooth, y que seguramente alargará esos tiempos. En comparativa, con una transferencia por Wifi Direct lo tendríamos en menos de 1 minuto. Creo que aquí no hay nada que discutir.

Otro punto en contra de usar Bluetooth es el rango de distancia para transmitir archivos. Bluetooth está diseñado para operar a distancias cortas, típicamente hasta 10 metros (clase 2) o hasta 100 metros (clase 1) en condiciones ideales, que no se dan prácticamente nunca en la vida real, por lo que no es el método idóneo si vamos a estar lejos del otro dispositivo.

Entonces… ¿por qué seguimos teniendo la opción de Bluetooth si no es la mejor?

bluetooth airpods

Gracias al Bluetooth podemos usar auriculares como los AirPods

Y la respuesta a esto es fácil: aunque Bluetooth puede tener estas limitaciones, sigue siendo una opción viable y práctica para muchos escenarios, especialmente cuando se trata de transferir archivos más pequeños o cuando la conveniencia y la simplicidad son más importantes que la velocidad de transferencia.

Muchas veces lo que queremos enviar es un archivo pequeño, de la forma más rápida posible e incluso en algún medio que sea “poco habitual” como pueda ser una Raspberry Pi con Linux instalado. Para esos menesteres, Bluetooth es una buena opción y no tiene por qué ser problemática.

Además, no nos olvidemos que el estándar a día de hoy es uno de los más utilizados del mundo, ya que no solo se encarga de compartir archivos, sino que lo usamos para la conexión de periféricos inalámbricos de todo tipo, como pueden ser los AirPods. Por todo ello digo: ¡larga vida al Bluetooth! (aunque sea sólo en escenarios limitados)


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