Me gusta sacar fotos y vídeos de casi cualquier evento al que va mi hija, y en muchas ocasiones, cuando se trata de un cumpleaños, por ejemplo, muchos de los padres que asisten me piden que les pase las fotos y los vídeos, no me importa hacerlo, pero me horroriza que me pidan que lo haga por WhatsApp.
Y es que WhatsApp está muy bien para pasarse cosas triviales, vídeos chorras o fotos intrascendentes, pero cuando se trata de algo que quieres conservar, cosas importantes de verdad, es el peor medio para hacerlo….
Esta es la diferencia entre una foto original y la misma instantánea una vez que se ha enviado por WhatsApp.
A la izquierda tenéis los datos de la foto que se ha enviado por WhatsApp, a la derecha los de la foto original. Como veis, la original pesa 1,1 Mb. la enviada por WhatsApp 336 Kb. y la resolución de la original es el doble que la de WhatsApp.
Desde vuestro móvil es muy posible que no notéis gran diferencia entre la original y la enviada, pero os aseguro que si la descargáis al ordenador si que la notaréis…
En cuanto a los vídeos… Bueno, creo que en eso todos os habréis dado cuenta de que la calidad que queda de los mismos es testimonial, simplemente podemos decir que se ven y punto.
Ya veis en que ha quedado mi flamante vídeo en HD y 60 FPS después de pasarlo por WhatsApp, el pobrecito se ha quedado en nada….
No me mal interpretéis, con este artículo no pretendo que WhatsApp envíe los archivos a la misma calidad que se hacen, ningún servicio de mensajería lo hace y lo veo totalmente lógico. Solo quiero abrirle los ojos a la cantidad de gente que lo usa para intercambiar sus archivos multimedia importantes, realmente pienso que no llegan a entender todo lo que pierden por el camino.
Una foto de una puesta de sol preciosa, o un vídeo de un niño dando sus primeros pasos son cosas que hay que guardar tal como se han hecho, son recuerdos importantes, y una vez que se pasan por WhatsApp son solo…. Pues eso, fotos de WhatsApp 🙁
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