¿Tienes que pagar si el móvil sigue roto tras la reparación? Guía legal y práctica en España

  • No pagas si reaparece el mismo fallo: lo cubre la garantía de la reparación.
  • Diferencia clave: garantía legal del producto vs. garantía de la intervención.
  • Desde 2022: 3 años de garantía legal y recambios hasta 10 años.
  • Fuera de garantía: presupuesto por escrito, factura detallada y cobertura mínima.

Garantías y reparaciones de móviles en España

Tu smartphone entra en el taller, te lo devuelven «arreglado» y a los pocos días vuelve a fallar. La duda aparece sola: ¿tengo que pagar de nuevo si el móvil sigue roto tras la reparación? Respira, porque la normativa en España y la Unión Europea te ampara. Si el problema es el mismo, y se trata de una reparación cubierta por garantía, no debes pasar otra vez por caja.

Para evitar sustos conviene distinguir entre la garantía legal del producto (la del móvil en sí desde que lo compraste) y la garantía de la reparación (la cobertura específica del arreglo que te acaban de hacer). Conocer la diferencia, los plazos y lo que cubre cada una es clave para saber cuándo no pagar, a quién reclamar y qué pasos dar.

Qué dice la ley en España: garantías, plazos y recambios

Desde enero de 2022, la compra de un dispositivo nuevo en España está protegida por una garantía legal de 3 años. Este cambio viene de la Directiva (UE) 2019/771 y su transposición al ordenamiento español, pensada para impulsar productos más duraderos y el derecho a reparar.

Durante ese periodo, si aparece una falta de conformidad o defecto de origen, puedes elegir entre que te lo reparen gratis y en un plazo razonable o que lo cambien por otro similar. Sólo si eso es imposible o desproporcionado, el vendedor puede proponer alternativas como un descuento o resolver el contrato devolviendo el dinero.

Un detalle muy importante: en los productos entregados a partir de 2022, no tienes que demostrar la falta de conformidad durante los dos primeros años; se presume que el fallo es de origen salvo prueba en contra del vendedor. Esta presunción facilita mucho las reclamaciones en ese tramo de tiempo.

Además, el servicio técnico no “come” tu garantía: cuando el móvil está en reparación, el cómputo del plazo legal se suspende. Es decir, el tiempo que pase en el taller se añade al final del periodo que te quede de cobertura.

Otra mejora relevante es la obligación de mantener recambios y servicio técnico hasta 10 años desde que el producto deja de fabricarse. Esto favorece arreglos duraderos y una segunda vida del dispositivo, reduciendo residuos y costes para el consumidor.

¿Pagar si el móvil sigue roto tras la reparación?

Si compraste el móvil y te lo entregaron antes del 1 de enero de 2022, la regla era de 2 años de garantía legal y, si el fallo aparecía en los primeros 6 meses, se presumía de origen; después de ese plazo, te podían pedir una pericial para demostrarlo. También regía la obligación de recambios durante 5 años desde el cese de fabricación.

Garantía del producto vs. garantía de la reparación

No hay que confundir las dos coberturas: la del móvil (desde la compra) y la que nace por el trabajo de reparación realizado. Si te arreglan un fallo y el mismo síntoma reaparece, la intervención está protegida por su propia garantía, independientemente del tiempo que le quede a la garantía del terminal.

Para reparaciones cubiertas por la garantía legal del producto, la intervención es totalmente gratuita: piezas, mano de obra, transporte y diagnósticos. Y desde 2022, esas reparaciones dentro de la garantía legal tienen a su vez al menos 1 año de garantía sobre la reparación. En bienes anteriores a 2022, lo habitual eran 6 meses de cobertura de la intervención durante la vigencia de la garantía del producto.

Si el equipo ya no está en garantía legal (fuera de plazo) y lo llevas a un taller, la ley marca una garantía mínima para la reparación: 3 meses a nivel general, con particularidades regionales como 4 meses en Cantabria y 6 meses en Cataluña. Las piezas sustituidas también cuentan con su propia cobertura cuando la intervención se basa en cambiar componentes.

La clave práctica es sencilla: si reaparece el mismo fallo por el que entraste al taller, tienen que volver a arreglarlo sin coste dentro del periodo de garantía de la reparación. Si surge un fallo distinto, lo cubre la garantía del producto (si sigue vigente) o, en su defecto, será una nueva reparación fuera de garantía.

¿Tengo que pagar si sigue roto tras llevarlo al taller?

Si la avería que vuelve a aparecer es la misma y estás dentro de la garantía de la intervención, no tienes que pagar. La obligación de reparar sin coste recae en el servicio que ejecutó el trabajo, con independencia de que la garantía general del teléfono esté a punto de expirar o ya haya caducado.

Si lo que aparece es un problema nuevo no relacionado con la intervención anterior, y el móvil aún está en su garantía legal de 3 años, debes tramitarlo por esa vía con el vendedor o con el SAT que te indiquen. Si ya no hay garantía legal, podrás pedir presupuesto en el taller y decidir si te compensa reparar.

Importante: solicita siempre un justificante de depósito y de reparación (qué se hizo, piezas cambiadas y fechas). Ese documento es tu prueba para activar la garantía de la intervención si el fallo se repite.

Pasos prácticos si el móvil vuelve a fallar

– Acude primero al mismo servicio técnico que realizó la reparación e indica claramente que el fallo es el mismo. Llévate el justificante de la intervención anterior y cualquier documento entregado.

– Si la avería es diferente, gestiona con el vendedor la garantía legal del producto si sigue vigente.

– Recuerda que el tiempo de reparación se añade al cómputo de la garantía legal del móvil.

Cuando la reparación se tramita en garantía del producto, el vendedor es quien debe indicar el SAT autorizado. Si decides llevarlo por tu cuenta a otro taller externo, podrías perder el derecho a la cobertura gratuita para ese proceso, así que mejor confirma antes el circuito oficial.

En cualquier caso, prepara el equipo para el taller: haz copia de seguridad, elimina bloqueos, y en iPhone desactiva Buscar mi iPhone; en Samsung, verifica que no quede activo ningún bloqueo remoto tipo Samsung Protect. En casos de carga o encendido, aporta también batería y cargador para que puedan probarlos.

Si tras una reparación (por ejemplo, un cambio de batería) detectas fallos en funciones concretas como pagos móviles, comprueba que el software esté limpio y actualizado. Si todo está en orden y el fallo persiste tras una intervención oficial, vuelve al SAT con el informe anterior para que revisen conectores, módulos o pruebas internas, porque la garantía de reparación te resguarda ante cualquier defecto derivado del trabajo realizado.

Qué no cubre la garantía y cómo evitar perderla

La garantía legal y las comerciales eximen los daños por mal uso o accidentes. Eso incluye golpes, roturas, y líquidos. Aunque algunos móviles tienen certificaciones de resistencia (IP68 y similares), un sensor de humedad activado o señales de impacto anulan la cobertura por no tratarse de un defecto de origen.

Tampoco están cubiertos el rooteo, la instalación de ROMs personalizadas ni la manipulación del firmware no autorizada; alterar el software de origen rompe la garantía inmediatamente. A efectos del SAT, es una modificación no permitida que impide reclamar arreglos gratuitos.

Evita abrir el terminal por tu cuenta o llevarlo a centros no autorizados si estás en garantía legal. Los fabricantes emplean sellos y tornillería específica que delatan la apertura. Las piezas no originales pueden salir más baratas, pero si después el SAT oficial detecta componentes no homologados, podrías perder la cobertura, incluso aunque el nuevo fallo no tuviera relación directa con el cambio previo.

El desgaste natural no se cubre: arañazos, pérdida de color o la pérdida progresiva de autonomía de una batería con los ciclos normales. Salvo defecto de fabricación, las baterías y otros consumibles no entran en garantía.

Ojo con la procedencia: si compras el móvil importado sin garantía europea o con documentación irregular, puedes quedarte sin soporte en España. Y cualquier manipulación o alteración del IMEI se considera fraudulenta y anula la cobertura al instante.

Reparaciones fuera de garantía: presupuesto, factura y cobertura

Si el móvil ya no está en garantía legal, empieza pidiendo un presupuesto por escrito. Sólo podrán cobrar lo que figure en él y, si no lo aceptas, el taller puede cobrar el coste de elaboración del presupuesto si estaba anunciado. Si durante el arreglo surgen costes imprevistos, deben consultarte y esperar tu visto bueno antes de seguir.

Tras la reparación tienes derecho a una factura detallada con mano de obra, piezas y concepto (reparación, mantenimiento, instalación). Las piezas deben ser nuevas salvo que autorices expresamente el uso de componentes rehabilitados. Si se sustituyen piezas, puedes solicitar que te entreguen las retiradas.

Respecto a la garantía de estas intervenciones: el mínimo general es de 3 meses (4 en Cantabria y 6 en Cataluña). En muchas empresas el periodo es mayor por política comercial; consulta siempre el documento de garantía de la reparación para conocer el alcance y las exclusiones (por ejemplo, que sólo cubra la avería tratada y no una global del dispositivo).

Costes habituales de reparación: qué se arregla y por cuánto

El negocio de la reparación de móviles en España ha crecido con fuerza y no es casualidad: frente a precios de salida cada vez más altos, reparar suele ser rentable si el terminal tiene cierta gama. Los arreglos más frecuentes son el cambio de pantalla, el conector de carga, altavoces, cámaras, batería y los tratamientos por humedad.

Como idea orientativa, en modelos populares se ven cifras como estas en distintos servicios: pantallas desde 79–139€ en gamas medias (Sony Xperia M2, gamas Samsung), y algo más en gamas altas; conectores de carga en torno a 34–49€ en muchos casos; baterías desde 19–75€ según marca y modelo; altavoces y cámaras, a menudo entre 37–85€. El daño por humedad suele presupuestarse con una tarifa base (alrededor de 58€), y la viabilidad final depende del diagnóstico.

Incluso en iPhone de generaciones anteriores (por ejemplo, iPhone 6), cambiar pantalla, batería o conector por precios contenidos puede alargar la vida útil varios años si el uso que le das no exige lo último en software. Por eso conviene comparar el coste de la reparación con el valor de un terminal reacondicionado equivalente y con las prestaciones que realmente necesitas.

Las diferencias de precio entre servicios técnicos para una misma intervención suelen explicarse por la calidad del repuesto (original vs. compatible), la rapidez, si incluye logística de envío/recogida y la duración de la garantía ofrecida por el taller.

Qué ofrecen algunas cadenas de reparación en España

Hay cadenas con red extensa y servicios exprés. Por ejemplo, centros con más de 80 puntos de reparación rápida que, para ciertas averías (pantalla, software), entregan el móvil en unos 20 minutos cuando es posible. Si no tienes un centro de reparación cercano, muchas tiendas físicas actúan como punto de recogida y envío al taller central sin coste adicional de gestión.

Antes de llevarlo, suelen recomendar: tener a mano la factura de compra si vas a tramitar garantía, hacer copia de seguridad, llevar batería y cargador si el problema es de carga/encendido, y en iPhone desactivar Buscar mi iPhone (sin eso, no pueden intervenir).

Servicios adicionales habituales: seguimiento del estado de la reparación sin coste, y smartphone de préstamo sujeto a disponibilidad. Un esquema real que puedes encontrar es: con seguro de la propia cadena, fianza de 20€ reembolsable; sin ese seguro, coste de 10€, fianza de 50€ y devolución de 40€ al entregar el terminal.

En cuanto a condiciones de precio, cuando la avería está cubierta por la garantía del fabricante no pagarás nada (aporta la factura). Suele exigirse entregar el repuesto usado para reciclaje sin coste extra, y los presupuestos se refieren únicamente a las averías detalladas: si aparece algo adicional, lo comunican para modificar el presupuesto con tu visto bueno.

Si no quieres reparar o el móvil no tiene arreglo, muchas cadenas ofrecen compra de tu dispositivo; en un ejemplo concreto puedes consultar lo que te pagan en removil.phonehouse.es. Además, si contrataste seguro con la tienda, los siniestros se tramitan intentando reparar primero; si fuera más caro reparar, se valora un equipo de sustitución de especificaciones similares, con posibles diferencias de color o marca.

¿Qué pasa si tramitas la reparación con tu operadora?

Movistar, Orange y Vodafone también dan soporte cuando un móvil falla. Si la avería es de origen y estás dentro de garantía, no hay coste de reparación. Fuera de garantía, revisan el terminal y te envían presupuesto; si lo rechazas, suele haber un cargo por gestión.

– Movistar: algunas tiendas tienen Punto de Reparación Exprés con técnico autorizado. También ofrecen recogida por mensajero sin coste de envío; si no aceptas el presupuesto, pueden cargar unos 6€ por gestión.

– Orange: en tarifas con Tranquilidad Orange, prestan un móvil de reemplazo. Si no tienes ese servicio, el préstamo puede costar unos 20€ en tienda o 25€ con mensajería, con compromiso de ofrecer un modelo similar mientras reparan el tuyo.

– Vodafone: destaca por ofrecer móvil de sustitución sin coste “equivalente en gama y características”, ya sea en tienda o con recogida a domicilio (tel. 916588980), con plazos de reparación muy ágiles (en torno a 5 días en península). Si no aceptas el presupuesto, hay un cargo aproximado de 14,16€ para recuperar el equipo.

Sea cual sea la operadora, recuerda quitar patrones de desbloqueo y desactivar bloqueos remotos (Buscar mi iPhone, Lost Mode, Samsung Protect), o el terminal podría volver sin reparar.

Productos de segunda mano: derechos y garantías

Si compras a un particular, puedes conseguir mejor precio, pero la garantía legal se reduce a 6 meses salvo pacto distinto, e incluso es posible renunciar a ella. Además, si aparece un problema tendrás que demostrar que el defecto ya existía al comprarlo.

Si compras en establecimiento, se puede pactar el plazo, pero nunca puede ser inferior a un año. Si no hay pacto, rige la garantía legal general: 2 años para compras entregadas antes de 2022 y 3 años para las posteriores. El plazo para reclamar judicialmente varía: 3 años desde la entrega en productos anteriores a 2022 y 5 años desde que aflora la falta de conformidad en productos posteriores.

Además de la legal, puede existir una garantía comercial ofrecida voluntariamente por vendedor o fabricante que mejore las condiciones legales, nunca para recortarlas. Si la tienes, puedes exigir su cumplimiento conforme al documento que te entregaron.

Derecho a reparar y sostenibilidad

La UE prioriza alargar la vida útil de los productos y fortalecer el derecho de los consumidores a reparar. Por eso se han ampliado garantías, se ha extendido la disponibilidad de recambios y se han aclarado presunciones probatorias, con el objetivo de que reparar salga a cuenta y sea accesible.

Para el consumidor, esto se traduce en decisiones más informadas: si reparar compensa por coste y vida útil, hazlo; y si no, opciones como reacondicionado o recompra pueden ser más interesantes. Lo importante es que ningún servicio técnico te cobre cuando no corresponde, y que cada presupuesto esté claro y por escrito.

Consejos rápidos antes de llevar tu móvil al servicio técnico

– Guarda la factura o justificante de compra, imprescindible para tramitar garantía de fabricante.

– Realiza copia de seguridad y, si procede, desactiva Buscar mi iPhone o bloqueos equivalentes.

– Si la incidencia es de carga/encendido, lleva batería y cargador.

– Pide presupuesto, confirma plazos y pregunta por la duración de la garantía de la reparación.

– Solicita justificante de depósito al dejar el terminal y comprobante detallado al retirarlo.

Si tu móvil vuelve a fallar tras pasar por el taller, lo normal es que no tengas que pagar cuando se trata del mismo problema, ya que la garantía de la reparación te cubre. Distingue bien entre lo que ampara la garantía del producto y la de la intervención, reúne papeles y pide todo por escrito; con esas bases, es más fácil lograr una solución rápida y sin costes, y elegir con criterio cuándo reparar, cuándo tirar de garantía y cuándo valorar alternativas como la recompra.

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