Un vídeo de desempaquetado ha puesto en el mapa a un supuesto iPad Pro M5 antes de que Apple hable de él. En el clip se ve el dispositivo funcionando, con pruebas de rendimiento y detalles del sistema, algo que sugiere un lanzamiento cercano y una actualización centrada en el chip.
La pieza la firma Wylsacom, creador ruso con amplia audiencia que el año pasado adelantó hardware de Apple con acierto. Su grabación recuerda a aquella filtración: unboxing completo, recorrido por ajustes y ejecución de benchmarks, todo con un enfoque continuista y sin apenas cortes que inviten a la duda.
Unboxing filtrado y credibilidad de la fuente

El vídeo muestra el desempaquetado completo: caja, accesorios y primer arranque con iPadOS 26 ya presente en la unidad. En los ajustes del sistema aparecen referencias al chip Apple M5 y a la configuración del equipo, lo que ayuda a dar contexto a las pruebas que se ven a continuación.
Durante la grabación se ejecutan Geekbench y otras utilidades, con el proceso capturado paso a paso. La ausencia de transiciones agresivas y la reproducción de los tests a tiempo real dificultan que se trate de una recreación preparada, aunque siempre conviene mantener prudencia hasta que Apple lo oficialice.
La trayectoria del creador juega un papel: ya adelantó un portátil de la marca con anterioridad y las coincidencias con aquella filtración son llamativas. Aun así, el tono del vídeo es sobrio y se centra en mostrar datos verificables más que en promesas.
Rendimiento: benchmarks y memoria

Según las cifras vistas en el vídeo, el M5 alcanza en Geekbench 6 unos 4.133 puntos en mononúcleo y 15.437 en multinúcleo, frente a los 3.718 y 13.324 atribuidos al modelo con M4. Traducido a porcentajes, supone alrededor de un +10% y un +16% respectivamente.
La mayor diferencia aparece en el apartado gráfico, donde la puntuación se eleva hasta 74.568 puntos frente a 55.702 del anterior, un salto cercano al 34% en la prueba mostrada. En otros tests como AnTuTu, el avance sería más moderado, en torno al 8%, lo que apunta a mejoras desiguales según la carga.
La unidad filmada, de 256 GB, figura con 12 GB de RAM, un incremento que debería favorecer la multitarea y el uso de apps profesionales. Se habla también de una CPU de nueve núcleos en esta configuración, un dato que ayudaría a explicar las marcas registradas en los benchmarks dentro de un chasis sin ventilación activa.
Diseño, software y ventana de lanzamiento

En el exterior, el dispositivo mantiene el lenguaje visto en la generación previa: cuerpo delgado, marcos equilibrados y pantalla OLED en configuración tándem. La cámara trasera conserva la disposición conocida y siguen presentes los cuatro altavoces y el conector para accesorios.
Llama la atención que, en la unidad del vídeo, no aparezca la serigrafía “iPad Pro” en la trasera. Podría ser una particularidad de preproducción y no un cambio de rumbo general, por lo que no conviene extraer conclusiones definitivas de ese detalle. En el terreno del software, iPadOS 26 vendría instalado de fábrica.
Más allá del vídeo, han asomado referencias regulatorias a nuevos iPad y portátiles en listados recientes, algo habitual cuando un producto está a punto de salir. Varias voces del sector contemplan un debut inminente, incluso mediante nota de prensa y actualización silenciosa de la web, sin un evento tradicional.
Con este panorama, todo sugiere una actualización enfocada en el silicio: más potencia, más memoria y un diseño continuista. Si se confirman las cifras, el atractivo crecería para quienes vengan de modelos con varios años; para usuarios del M4, el incentivo sería menor salvo necesidades gráficas muy concretas.
El conjunto de indicios —unboxing creíble, rendimiento grabado con detalle y señales de calendario— apunta en la misma dirección, pero la última palabra la tiene Apple. Hasta entonces, lo prudente es tratar estos datos como una fotografía muy verosímil de lo que está por llegar, a la espera de la ficha técnica y disponibilidad oficiales.