Demanda a Apple por Apple Music: Claves y precedentes históricos

demanda a Apple por Apple Music

En los últimos días han salido muchas informaciones sobre la histórica demanda de Apple por Apple Music, cifrando la probable multa en algo superior a los 500 millones de euros por un abuso dominante de mercado. Y es que ser una compañía grande en el mercado de la tecnología puede conllevar ciertos problemas y la delgada línea entre ofrecer grandes productos y caer en prácticas monopolistas que atentan contra el mercado es muy fina.

Por lo que si sientes curiosidad por saber más datos sobre esta histórica demanda, que bases legales tiene y la jurisprudencia que se puede haber generado en casos similares para dictaminar que Apple está incumpliendo las normas, no te pierdas este post.

La demanda contra Apple por Apple Music: cómo se produce

Apple Music

En el año 2019, Apple recibió una demanda presentada por Spotify por limitar la competencia, en concreto aludiendo a “limitar intencionadamente las opciones y ahogar la innovación” en su tienda de aplicaciones, porque siempre prioriza Apple Music frente a cualquier alternativa.

Spotify alega que Apple abusa de su posición dominante al restringir la competencia en el mercado de aplicaciones y servicios de música, incluyendo prácticas como imponer comisiones del 30% a las suscripciones de Spotify que se comercialicen en un equipo de Apple y limitar la capacidad de los competidores para ofrecer alternativas a Apple Music.

Como base de ello, la Comisión Europea determinó preliminarmente que Apple distorsiona la competencia con otros servicios de música, con una multa potencial cifrada en nada más y nada menos que 500 millones de euros, sentando esto un precedente en el mercado.

¿Hay un caso claro de Spotify vs Apple?

temporizador spotify

Si nos centramos en este caso en concreto, podríamos considerar que Apple Music podría violar la ley antimonopolio de la Unión Europea si se determina que Apple está abusando de su posición dominante en el mercado de la música en streaming para obstaculizar la competencia o restringir la elección del consumidor de manera injusta.

En concreto, tendríamos tres acusaciones que en nuestra opinión podrían prosperar:

Restricciones de interoperabilidad

Una de las acusaciones que se le podrían hacer a Apple podría ser la limitación de la interoperabilidad de Apple Music con dispositivos o servicios de terceros, lo que dificultaría que los usuarios de Apple Music cambien a otros servicios de música en streaming o utilicen dispositivos de la competencia.

Actualmente las listas de Apple Music no son exportables, por lo que si te cambias a un servicio de terceros tienes que empezar de cero, siendo esto una barrera de salida para los usuarios de la App.

Condiciones contractuales injustas

Ese 30% de comisión que Apple le cobra a Spotify por sus suscipciones al usar su pasarela de pago como única alternativa podría ser considerada una condición contractual injusta a los desarrolladores que deseen distribuir sus aplicaciones a través de la App Store.

Uso de datos de los usuarios

Apple podría utilizar su acceso a los datos de los usuarios de sus dispositivos y servicios para obtener una ventaja competitiva injusta sobre otros proveedores de servicios de música en streaming, por ejemplo, utilizando los datos para dirigir la promoción de Apple Music de manera más efectiva o para desarrollar características que imiten a los competidores.

Apple lo tiene complicado: el caso de Microsoft e Internet Explorer

demanda de netscape vs ie

Uno de los principios que generan la ley es la jurisprudencia: es decir, sentencias legales que se hayan aplicado en situaciones similares y desgraciadamente para Apple, en la memoria colectiva existe un caso que es muy similar a la demanda contra Apple por Apple Music: el caso de Internet Explorer con Microsoft.

La política antimonopolio contra Microsoft en el caso de Internet Explorer es un ejemplo destacado de la aplicación de la legislación antimonopolio en el sector de la tecnología, que afectó a la empresa tanto a nivel legal en EEUU como en la UE.

Investigación inicial

En la década de 1990, Microsoft estaba en una posición dominante en el mercado de sistemas operativos para ordenadores personales con su sistema operativo Windows y no era reconocida como un “corderito simpático dentro del mercado”: si había un competidor fuerte en algún punto, iban a por ellos hasta tumbarlos.

Pero el detonante de esta demanda es el lanzamiento de Internet Explorer, su propio navegador web, que estaba estrechamente implementado con Windows y que aunque no era la mejor opción del mercado, era el navegador que la mayoría de gente utilizaba por la comodidad de tenerlo a mano. Esta práctica atrajo las miradas de las diferentes comisiones antimonopolio de Occidente.

Acusaciones de prácticas anticompetitivas

Los competidores de Microsoft, como Netscape, acusaron a Microsoft de aprovechar su posición dominante en el mercado de sistemas operativos para favorecer injustamente a Internet Explorer sobre otros navegadores web, haciéndose valer de la Ley Sherman de 1980, que prohíbe la restricción del comercio y los monopolios.

Una de las acusaciones principales era que Microsoft estaba utilizando su influencia para preinstalar Internet Explorer en Windows y dificultar la instalación y el uso de navegadores competidores, algo muy similar a lo que le está ocurriendo en la demanda contra Apple por Apple Music.

Acciones legales: EEUU y la UE se ponen manos a la obra

Tanto el Departamento de Justicia de los Estados Unidos como la Comisión Europea iniciaron investigaciones sobre las prácticas comerciales de Microsoft con respecto a Internet Explorer.

En 1998, el Departamento de Justicia de EEUU presentó una demanda antimonopolio contra Microsoft, alegando que la empresa había violado la ley antimonopolio al obstaculizar la competencia en el mercado de navegadores web.

Después de un largo juicio, un tribunal federal de los Estados Unidos encontró a Microsoft culpable de violar la ley antimonopolio al abusar de su posición dominante en el mercado de sistemas operativos para obstaculizar la competencia en el mercado de navegadores web.

El tribunal ordenó la división de Microsoft en dos empresas separadas: una que produciría el sistema operativo Windows y otra que se encargaría de otras actividades, incluido Internet Explorer.

Apelación y resolución

Microsoft apeló la decisión y el caso pasó por varios años de litigios, con muchos cambios de jueces y fiscales. Finalmente, en 2001, el gobierno de los Estados Unidos y Microsoft llegaron a un acuerdo, que se ratificó en otro acuerdo con la Unión Europea en 2007.

La compañía de Redmond, en ambos acuerdos, acordó cambiar algunas de sus prácticas comerciales, como incluir un pop up que indicaba que existían otros navegadores y daba links para descargarlos, pero no a la división de la empresa en dos áreas diferenciadas.

Además, Microsoft fue objeto de sanciones financieras y supervisión por parte de un monitor externo para garantizar el cumplimiento de las regulaciones antimonopolio y terminó siendo el final de Steve Ballmer como CEO de la empresa, que fue sustituido por Satya Nadella.

¿Esta multa puede generar jurisprudencia en el caso de Apple Music?

jurisprudencia contra apple

En el caso de Apple y su servicio Music, si se aplicara el precedente establecido en el caso de Microsoft, se podrían plantear preocupaciones similares en relación con la posición dominante de Apple en el mercado del streaming musical.

Esto podría incluir examinar si Apple está abusando de su posición al no permitir activamente alternativas a su propia plataforma de música, como Spotify o Amazon Music, o si está obstaculizando la competencia en el mercado de servicios de música en streaming en el caso de los usuarios de equipos de Apple.

Sin embargo, es importante destacar que existen diferencias significativas entre los dos casos. Por ejemplo, mientras que Microsoft integró Internet Explorer directamente en su sistema operativo Windows, Apple controla la distribución música en streaming a través de Apple Music, que es una plataforma separada y no esencial para el funcionamiento básico del dispositivo.

Además, Apple argumenta que las políticas de Apple Music ofrecen un entorno seguro y de confianza para los usuarios, y que las políticas de la tienda, incluidas las relacionadas con los métodos de pago, están diseñadas para proteger la seguridad y la privacidad de los usuarios.

Sólo el tiempo dirá cómo termina esta demanda antimonopolio y si el caso de la demanda a Apple por Apple Music prosperará generando un tsunami en la manera en la que trabaja la compañía.


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